EL LOCO DEL SACO
Se cuenta de un hombre loco en Alaska, que caminaba con un saco lleno de cosas viejas. El saco era tan grande que iba de un lugar a otro cabizbajo.
Un día, como de costumbre, aquel loco salió y desafortunadamente se formó un alud de hielo y al ver que venía sobre él, comenzó a correr. Casi con dificultad y desesperado llegó a una casa y tocó con insistencia para que le abrieran la puerta... La puerta se abrió... Una señora sale, ve al hombre con el gran saco y le dice: “Pase adelante señor”
Aquel hombre comenzó a forcejear, queriendo entrar con el saco en sus hombros.... La señora le dice: “Bote el saco, bote el saco” ... Pero el loco no quiso botar el saco.
La señora cerró su puerta justo en el momento que el alud dio con ímpetu en su casa...Y. Allí quedó sepultado aquel pobre loco.
REFLEXION PARA LA VIDAQué triste situación la de este hombre... Hoy se repite la misma historia con muchos hombres que caminan cabizbajos llevando en sus hombros grandes cargas de pecado.... Saben que el pecado es muerte, pero siguen cargando el saco y aunque se les diga que entren en la puerta estrecha que es Cristo, ellos no quieren, se resisten a entrar y la muerte les sorprende y allí se van a condenación, habiendo tenido la gran oportunidad de ser salvos.
Al cielo se entra sin cargas. El Espíritu Santo nos recomienda que echemos todas nuestras ansiedades sobre Jesús porque él tiene cuidado de nosotros (1ra de Pedro 5:7 ) y Jesús mismo nos dice que su yugo es fácil y ligera su carga.
¿Qué significa esto?... Sencillamente que debemos de vivir sin pecado, debemos sacudirnos el pecado... Hemos sido predestinados para Salvación no para condenación... Es el hombre quien escoge su propio desino, Jeremías 2:19 dice: Tus maldades te castigarán, tus rebeliones te condenarán.
Cristo está a las puertas...Acéptalo ya y tendrás vida eterna.
Pastor Diego Acuña.
Cel (505) 8686-8177